BAJA ESPAÑA 2007
La decisión de acudir a la BAJA ESPAÑA fue difícil de tomar. A pesar de que el TEAM AUTOS POLA arrancó la temporada con un presupuesto comprometido con los patrocinadores superior a 12.000 €, el dinero nunca llegó.
Soy consciente de que solo un iluso podía esperar que a un piloto del montón le financiaran más de la mitad de los gastos de la costosa temporada del nacional de Rally T.T., pero era el compromiso que las diversas firmas habían adquirido y yo en principio suelo confiar en la palabra de las personas.
Visto el panorama y después de haber consumido una buena parte de mis ahorros acudiendo a los tres raid que he disputado en lo que va de temporada (Zuera, Ramblas e Iraty Quad 500), el afrontar el gran desembolso necesario para disputar con unas mínimas garantías la categoría QUAD de la BAJA ESPAÑA me quitó más de una vez el sueño. Inicialmente me inscribí en la categoría del Trofeo Nacional que suponía un desembolso inferior e intenté infructuosamente conseguir algún patrocinador local. Finalmente el corazón pudo más que la cabeza y a última hora me cambié a la categoría QUAD.
La segunda parte, imprescindible para poder acudir a la BAJA, era encontrar un equipo de asistencia. Es complicado encontrar a un par de personas dispuestas a perder dos días de vacaciones levantándose a horas intempestivas, todo el día de acá para allá, a contrarreloj y con un calor sofocante. Para estos casos extremos están mi mujer y los amigos de toda la vida que al contrario de los patrocinadores, nunca fallan.
En la mañana del jueves se realizaban las verificaciones técnicas y administrativas. Puedo probar el desconectador cien veces en mi casa, pero es tocarlo el comisario técnico y jamás funciona. Solventado el inconveniente en la asistencia de AUTOS POLA, dejaba el ATV en el parque cerrado de la recta principal del circuito. Las incertidumbres y esperas de todo un año habían acabado y al fin llegaba la hora de empezar a disfrutar.
El prólogo era similar al del año pasado, algo más rápido. Un mero trámite en el que los únicos que se juegan algo son los pilotos punteros buscando un buen orden de salida. Después, enlace hasta el Santiago Bernabeu donde se dejaban los quad en régimen de parque cerrado hasta la mañana siguiente.
El viernes empezó la BAJA ESPAÑA de verdad. Tras un largo enlace por carretera llegábamos por segundo año consecutivo a Santa María de Huerta. Por delante la primera especial: 195 km. de los cuales el último tercio era por el mismo trazado que en la edición del 2006. Tomaba la salida tras dos motos. El primer tramo de pista era bastante estrecho y técnico discurriendo en su mayor parte entre monte bajo y trigales. Mi intención era mantener las distancias en esta primera parte del tramo, sin asumir ningún riesgo, y apretar a partir del repostaje del kilómetro 110. Todo marchaba según lo previsto hasta el kilómetro 30. A partir de ese punto el tren trasero del ATV comenzaba a hundirse en las curvas, perdiendo la direccionalidad completamente. En un principio pensaba que se trataba de un pinchazo pero las ruedas continuaban intactas. En los tramos rectos se podía mantener el tipo, pero al trazar las curvas la rueda delantera del interior se elevaba obligándome a aflojar la marcha. Quedaba toda la BAJA por delante y no estaba dispuesto a dejarlo tan pronto. A pesar de los inconvenientes a partir del repostaje de Morón de Almazán pude rebasar unas cuantas motos y alcanzar la meta de Almenar de Soria en unos tiempos no demasiado alejados de mi objetivo. En la asistencia del estadio de Los Pajaritos, en Soria, tras un nuevo análisis con el mecánico de AUTOS POLA achacamos los problemas a la fatiga de los amortiguadores traseros y acordamos sustituirlos en la última asistencia del día ya en el recinto ferial de Zaragoza.
La jornada del sábado era la más dura de la BAJA. La etapa de Soria ya se había cobrado las primeras bajas pero los más de 500 km. de esta segunda jornada auguraban una gran criba en la clasificación. El día amanecía lluvioso y con temperaturas muy frescas para lo que suele ser habitual en el verano aragonés.
El primer tramo cronometrado del día, de 250 km. arrancaba en Lécera desde donde se tomaba rumbo a la Ciudad del Motor de Alcañíz, finalizando en el recinto ferial de Zaragoza.
Los 75 km. de enlace que nos separaban de Lécera supusieron el final de la aventura. Nada más salir del parque cerrado los problemas para tomar las curvas se acrecentaron. Llegué rodando a la zona de repostaje previa a la salida del tramo pero allí descubrimos que los fuelles de los palieres se habían roto expulsando toda la grasa y que éste estaba muy cercano a la rotura.
A la vista de los 250 km. de especial cronometrada que me separaban de la siguiente asistencia, decidí poner pie a tierra y no agravar más la avería. Podía haber tomado la salida pero con casi total seguridad hubiera roto en mitad del tramo complicando además mi rescate y el del ATV. Era la hora de recoger y retomar los planes para lo que restaba del fin de semana. Se nos presentaba una buena oportunidad para ver en plena acción a los Coma, Pellicer, Romero, etc.… y de paso echar una mano en las asistencias a los amigos que seguían en carrera. Pudimos ver a los pilotos de cabeza en las cercanías de Belchite.
Nos pasamos después por la asistencia del ferial zaragozano. El piloto del TEAM AUTOS POLA, Santos Borbolla, alcanzaba la meta en tres ruedas, con su RENEGADE muy castigado. Impresionante el despliegue de POLARIS con su mega equipo de OUTLAW 525 KTM. Lástima que la fiabilidad siga siendo el talón de Aquiles de la marca americana ya que la gran apuesta realizada se merecía un hueco en el podium. Buena presencia también de GOES con el novísimo 450 X.
Por la tarde, en las cercanías de María de Huerva, pudimos ver las evoluciones de los coches en un pequeño badeo de un río. La gran solera de la prueba hace que en los puntos más espectaculares, los espectadores se agolpen en buen número.
La BAJA ESPAÑA finalizaba en la mañana del domingo, después de repetir el mismo tramo de la mañana del día anterior. Seguimos con intensidad el final de la especial en el recinto ferial. Especialmente la llegada de Manel Doménech que con su nuevo LTR 450, alcanzaba una merecida plaza en el podium final. Santos aparcaba violentamente su RENEGADE en una acequia. El ATV sufría graves daños pero el piloto, casi milagrosamente, salía ileso.
Esta vez nos tocó la cara amarga de las carreras. Después de seis raid disputados, se produjo el primer abandono. Lástima que sucediera en la carrera más importante de la temporada. El año que viene, con energías y ATV renovados, esperemos estar de vuelta e intentar completarla.